Ya sabes ese dicho que se repite en las películas y en los diálogos cotidianos cuando alguien quiere convencerte de lo genial que es aquello de lo que habla: ¿Casi tan bueno como el sexo?
El sexo se considera la parte más agradable, satisfactoria y completa de la vida. Lo que más queremos. De lo que esperamos sacar el máximo provecho. Pero, ¿es realmente así?
En realidad, recibimos muy poco. Y no se trata sólo de la conexión. No se trata sólo de la rapidez con la que se forman y se rompen las relaciones hoy en día. Se trata de una verdad que nadie nos cuenta y que la industria del sexo ni quiere que conozcamos
Tienes razón, falta algo
El sexo nunca puede hacernos sentir satisfechos. El sexo es deseo, es instinto, es atracción ciega. Y, en última instancia, el sexo lleva a la frustración y sufrimiento.
El deseo que sólo busca el placer sexual no puede traernos cumplimiento. Si alguna vez has sentido que por mucho que dure la fusión erótica, por mucho que ames a la persona con la que estás, por muy bien que encajéis, por mucho que os gustéis, sigue faltando algo, estás en lo cierto. Falta algo...
Y es aún más así cuando se trata de aventuras de una noche.
Para sentirte cumplido, primero te necesitas a ti mismo: sentirte en la integralidad de tu propio universo. Si te detienes en el cuerpo físico, en las sensaciones y las emociones, te quedas sólo con una parte de ti mismo.
Te mereces más
¿Quieres más? Sí, es cierto. Te lo mereces. Querer lo que realmente responde a tu complejidad. Porque eres más que tu cuerpo físico. Eres un microcosmos multidimensional. Y lo que puede responder a tu inmensidad interior es el Eros puro.
El Eros puro es la fuente misma de la vida y de la aspiración de sentirte completo. Es la oportunidad de experimentar estados más allá de cualquier placer imaginable: el éxtasis que nos muestra cuanta belleza, cuanta intensidad y cuanta luz tiene la existencia.
Junto con el amor, siempre junto con el amor, el Eros puro te impulsa a un universo donde descubres tu verdadera naturaleza. Y de este modo podrás conectar con tu ser amado en un nivel de intuición, intimidad y comunión nunca antes experimentado.
Y en esta fusión que te abre a dimensiones sutiles, no materiales, tu espíritu puede descubrir su capacidad de expandirse y vibrar con todo el cosmos. Si tienes el valor de ir aún más lejos, el camino conduce a la iluminación y a la más alta realización espiritual.
Lo que te enseña el Tantra
El Tantra nos ofrece el método de la Continencia Erótica Amorosa – una forma de vivir la relación de pareja muy diferente de lo usual. Un método mediante el cual se aprende paso a paso el arte de controlar la energía erótica, y elevarse en su cresta, como un brillante surfista se mantiene en la cresta de la ola en el océano.
Descubres cómo tus sentidos pueden percibir más y cómo, salvado del condicionamiento de la eyaculación el orgasmo puede durar decenas de minutos. El estado de flow del Eros puro se hace realidad para ti cuando la eyaculación deja de ser una fatalidad.
Una realidad que también se convierte en vitalidad erótica, en un intenso apetito por hacer el amor, y la eliminación de la rutina. Hacer el amor de esta manera asegura la eliminación de cualquier tipo de bloqueo, cualquier problema que, seamos sinceros, a menudo se produce en las parejas - disminución de la atracción, corta duración de las relaciones eróticas, problemas de erección en caso de los hombres, la incapacidad de abrirse de verdad en el caso de las mujeres.
Cómo hacer que la felicidad dure en la pareja
- Elige el amor consciente, el amor maduro, el amor que ofrece, el amor que no exige
- Practica la continencia erótica amorosa
- Ves la vida como un fascinante juego divino
- Asume la responsabilidad de ser feliz y de crear felicidad, sin esperar que recibas algo en cambio
- Dedica tiempo y energía al crecimiento interior, al autoconocimiento y a la conexión con tu esencia: tu feminidad arquetípica, tu masculinidad arquetípica
- Profundiza la comunicación con el ser amado a todos los niveles: vital, erótico, volitivo, emocional, intuitivo, mental, espiritual
- Ama tu libertad y autonomía, respeta la libertad del otro
- Estate en constante transformación
- Enriquece continuamente tu relación eligiendo la verticalidad del eros sagrado y el amor sublime en vez de la horizontalidad de la sexualidad
- Explora y lleva al nivel de maestría el orgasmo múltiple, transfigurado, completo, tántrico, que te proyecta - al hombre y a la mujer - a estados intemporales de éxtasis místico