- irresistible, misteriosa, extática
Su mundo es fascinante y encantador. Las mujeres que vibran en las longitudes de onda de este arquetipo están llenas de vida y son muy sensibles. Tienen un magnetismo irresistible. Son muy creativas y viven todo con gran intensidad.
El arquetipo de la Fascinadora emana la energía de la belleza, el deleite y el romanticismo.
Para estas mujeres, el Eros es ante todo una forma de expresar su amor y un camino de cumplimiento. Tienen una sensualidad desinhibida, son juguetonas, inconformistas, abiertas a todo lo que es natural y armonioso.
Cuando hacen el amor controlando sus energías, pueden entrar espontáneamente en un estado de trance, pasando del placer intenso y sabroso al éxtasis divino.
Cuando el arquetipo brilla
Son mujeres encantadoras, realmente fascinantes. Emanan misterio y voluptuosidad. Viven como si el momento presente fuera el último y tuvieran que darlo todo, saborearlo todo. Se abandonan sin reservas al momento presente.
Cuando aman, lo hacen de forma profunda y transfiguradora. Su adoración transforma el mundo. Sus amados se sienten únicos y perfectos, abrumados por tanta entrega. Las mujeres fascinadoras equilibradas crean plenitud y armonía en la pareja.
Son espontáneas. No toleran la rutina, la monotonía, la rigidez. Tienen un sentido estético refinado y vivo y, dondequiera que vivan, transforman y ennoblecen el espacio con belleza. Se sienten como en casa en la naturaleza. Son una fuente de felicidad y deleite para quienes las rodean.
Tienen una feminidad abrumadora, majestuosa, casi impersonal e intangible que es imposible de poseer.
Cuando conoce su arquetipo y asume su destino, la meta última de la mujer fascinadora es la unión con el Eterno Masculino y la experiencia del amor universal. Tiene el poder de inspirar al hombre, de despertar sus altas aspiraciones, de motivarlo.
Cuando el arquetipo está en la sombra
Cuando las energías de este arquetipo están cubiertos por el velo del ego, la mujer rechaza el papel de amada divina o se comporta a menudo de forma dominadora. Entonces su erotismo natural está marcado por las inhibiciones y las dificultades para relacionarse con los hombres.
Y aunque lo que más desea es la armonía en la pareja, no lo consigue. Cuando la energía del arquetipo está desequilibrada, la Fascinadora utiliza conscientemente su poder de seducción con fines egoístas.
Una de las hipóstasis que cultiva cuando domina la sombra es la de mujer fatal, que puede despertar pasiones devastadoras.
Sin embargo, estos aspectos ensombrecidos pueden armonizarse cultivando las cualidades arquetípicas de la Fascinadora: la capacidad de amar con adoración, el enorme poder de transfiguración, la desinhibición erótica total, la espontaneidad, la naturalidad, la creatividad desbordante, la sensualidad, la entrega al Eterno Masculino.
Permanezca atento, pronto publicaremos artículos sobre los otros tres arquetipos. Ahora puedes leer el artículo introductorio Madre, Fascinadora, Heroína, Iniciadora: Encuentra tu camino.